La sala se completa con esta obra que invita a explorar el sentir de las y los Directores al momento de llevar adelante sus obras. Un efectivo contrapunto al mural figurativo que lo acompaña, siendo una imagen conmovedora y vibrante de la marea interior que suele ser dirigir un proyecto.

El 23 de mayo, día del cine nacional, inauguramos en la planta baja de la casa del Director, este tríptico homenaje al Cine Argentino. El proyecto inicio a comienzo de noviembre de 2023, conversando entre Gabriel Arbós Secretario de Acción Social de DAC y el Director Representado Andy Riva, también artista visual, quien realizará el mura “Acción, hermosa tempestad” que está en la entrada de la casa del Director Audiovisual.

El disparador fue la selección de Gabriel Arbós de 10 largometrajes icónicos del cine argentino para seleccionar algunas escenas y componer un mural en homenaje al cine Argentino, a partir de esto Andy Riva presento un boceto con más de 100 películas, dando cuenta de la vasta y heterogénea filmografía de las y los Directores de nuestro país.

Cada acción, cada encuentro, cada puesta en valor de nuestra actividad, refuerza la importancia de un cine nacional y de la multiplicidad de miradas que componen nuestro acervo cultural.

Expresión primaria de la civilización, dejar imágenes de la cotidianidad en las paredes, un espacio de expresión compartido, desde sus inicios el mural está fuertemente ligado a un expresión de carácter social, sin por ello dejar de ser de un autor. En este punto es un arte que se encuentra muy ligado al cinematográfico.

Acción hermosa tempestad es un mural realizado por un Director Audiovisual y Artista Plástico, estos dos universos convergen en una potente escena de un momento de rodaje suspendido en el tiempo, que fue, que es y que será. Una escena que da cuenta de la potencia en el hacer de un/una Director/a Audiovisual.

Al ser consultado el autor nos comento: “Haber tenido experiencias en filmaciones y como Director, me permitieron en el proceso creativo del mural, no sólo revisitar el pasado para extraer las sensaciones o imágenes de mis propios rodajes sino también poder comunicarme con la hermosa tempestad que es dirigir y tratar de plasmarlo de una forma sincera… Celebro que DAC comparta sus recursos para generar arte público entendiendo a éste como una herramienta potente de transformación.”

Si planteamos la búsqueda de una identidad, no es casual comenzar por esta serie de retratos de Directores/as de nuestro cine, que se han destacado por su profesionalismo, así como por el alcance de sus films en el imaginario popular.

En cada retrato se encuentra la posibilidad de mirar a los ojos aquellos que hacen e hicieron historia en el audiovisual argentino, así como nos permite ser vistos por esos ojos, un mirarse a los ojos, la mirada como posibilidad de encuentro con otros, el ver y reconocerse se conecta directamente con el cine.

El autor nos cuenta: “hace unos años hice cursos de dibujo con un excelente dibujante y artista, Ernesto Pesce, en el Museo Nacional de Bellas Artes. El tema del curso era «Cuerpo Humano»… se me ocurrió empezar, por mi cuenta, a dibujar personas conocidas vinculadas a la cultura. Pero dada mi pertenencia al cine - hace más de 55 años que empecé a pertenecer al sector - y pensando en las figuras que de un modo u otro habían sido importantes para mí me atrajo la idea de intentar sus retratos”.

La década del 50 fue una década de grandes movimientos para el cine argentino, se estrenaron importantes films como Los isleros -Lucas Demare (1951), Las aguas bajan turbias Hugo del Carril, (1952) La casa del ángel, Leopoldo Torre Nilsson (1957) Rosaura a las diez Mario Soffici (1958), y El jefe Fernando Ayala (1958), Dando comienzo a la productora Aries Cinematográfica Argentina, fundada en julio de 1956, además que en 1957 se promulga la nueva Ley de Cine.

Se dio inicio al Cine Club Núcleo (1952) y nace Directores Argentinos Cinematográficos (1958) fundada por estos Directores que se encontraban en plena actividad y con importantes estrenos.

Esta ilustración realizada por el artista Ezequiel García rinde homenaje a estos pioneros que iniciaron el camino para el reconocimiento del Director/a como Autores y en consecuencia el reconocimiento y percepción del derecho de autor.

Un interés por la trama, un relato articulador del relato basado en la organización de pequeñas unidades dentro de un conjunto mayor. Multiplicidad, acumulación, impronta, la posibilidad de hacerse preguntas, arte contemporáneo.

El autor dice: es necesario… reconocerse culturalmente… preguntarse por sí mismo. Después preguntarse por el otro, por los otros…para que el otro, los otros, con sus propias preguntas lo puedan hacer propio, para que completen el trabajo.